Comida húmeda Lifelong: Carne en salsa

No está mal de precio, ¿verdad? Eso sí, si quisiéramos dárselo diariamente a un perro de 20kg necesitaríamos unas 12 bolsas diarias. Es decir, que tendríamos que comprar 15 cajas mensuales, lo que equivaldría a unos 135€ al mes en comida. Vaya, ya no es tan barato. No obstante, si tienes un perrete de 2kg tan sólo necesitarías comprar unas tres cajas menusales y aún así te sobraría media caja para el siguiente. En resumen, quizá para los perros pequeños pueda ser una opción, pero para los perros grandes puede resultar un atraco a nuestro bolsillo. Tampoco debemos alarmarnos, es normal que la comida húmeda sea más cara que el pienso.

Empaquetado y contenido

En cuanto al empaquetado debemos destacar que son bolsas que no pueden volver a cerrarse, por lo que, si no las cerramos nosotros, no podemos dejarlas varios días en el frigorífico sin que se nos ponga malo el contenido o confundamos una lechuga con pollo. El olor de la comida húmeda es generalmente más fuerte que el del pienso. Las bolsas vienen en una caja de cartón duro rectangular donde se almacenan bien, pero vienen tan apretadas que un par suele traer algún corte o incluso llegar reventadas. Mucho cuidado con esto, ya que podemos no darnos cuenta y servirle comida en mal estado a nuestro perro. Recomiendo que cada vez que queráis abrir una la apretéis un poco con las dos palmas; así si hay algún corte podréis saberlo. Recordad que al ser comida húmeda saldrá líquido por el agujero, ¡intentad no mancharos!

Sobre el contenido del sobre, la descripción del producto no es muy específica. Los ingredientes son:

Ternera: carne y derivados animales 45 % (4 % ternera), aceites y grasas (0,5 % aceite de girasol), derivados de origen vegetal (0,4 % inulina), extractos de proteínas vegetales, minerales, varios azúcares. 2) Cordero: carne y derivados animales 45 % (4 % cordero), aceites y grasas (0,5 % aceite de girasol), derivados de origen vegetal (0,4 % inulina), extractos de proteínas vegetales, minerales, varios azúcares. 3) Pollo: carne y derivados animales 45 % (4 % pollo), aceites y grasas (0,5 % aceite de girasol), derivados de origen vegetal (0,4 % inulina), extractos de proteínas vegetales, minerales, varios azúcares. 4) Pavo: carne y derivados animales 45 % (4 % pavo), aceites y grasas (0,5 % aceite de girasol), derivados de origen vegetal (0,4 % inulina), extractos de proteínas vegetales, minerales, varios azúcares. Para todos los sabores: vitamina D3 250 UI, vitamina E 100 mg, biotina 100 µg, zinc 10 mg, manganeso 2 mg, yodo 0,7 mg, cobre 0,2 mg. Aditivo tecnológico: goma cassia 1590 mg. Proteína 8.5 %, grasas 6 %, materia inorgánica 2,3 %, fibra bruta 0,4 %.

Cuando leemos «ternera», «pollo» o «cordero» se refiere al sabor (al sobre, vaya). Es importante porque no hay que confundirlo con que lleve dicho ingrediente. Como podemos observar, «carne y derivados animales 45% (4% cordero)» significa que un 45% del contenido del sobre es carne y derivados. Aquí entra mucho marketing, ya que primero leemos «cordero:» y automáticamente asumimos que la siguiente palabra, en este caso «carne», se refiere al cordero. Entre paréntesis aparace explicado que del 45%, mínimo un 4% efectivamente es cordero.

Entonces, ¿qué es el 1-41% de carne restante? Pues es una pregunta a la que, desafortunadamente, no tengo respuesta. Lo que sí sabemos es que nuestro amigo no está comiendo humanos, ni aliens (especifican que proviene de animales, ¡menos mal!). Por suerte también, en la descripción indican que es apto para el consumo humano. Esto es un muy buen indicador, ya que es más que probable que sean productos de casquería. Los derivados animales no son necesariamente malos, ya que muchos proporcionan nutrientes de alto valor. Estos «derivados animales aptos para el consumo humano» suelen ser riñones o hígados, por ejemplo, pero no pezuñas o picos. A las personas nos puede dar más o menos cosilla que nuestros perros coman esto, pero por poder, se puede.

Entre otros ingredientes encontramos «varios azúcares». Amazon nos asegura que se refiere a derivados del sirope de caramelo, empleado para dar color, y que no lleva otros azúcares. Es una cantidad muy pequeña (0,15%), así que no hay ningún problema con él. No obstante, si llevase más azúcares habría que tener cuidado, ya que el sistema metabólico de los perros no es como el nuestro y se les acumula el azúcar. Además, se ponen gorditos y no es nada fácil hacerles adelgazar.

La inulina se encuentra en frutas y verduras y es buena tanto para perros como para humanos, ¡nada de lo que preocuparse! Es común verla como ingrediente en las chuches dentales de los perros. De hecho, es la única fuente de fibra del producto. La biotina aporta brillo al pelaje. La goma cassia es un aditivo espesante y que probablemente se encuentre entre los ingredientes para darle la textura gelatinosa. No hay muchos datos sobre ella (quién sepa cosas que me las deje en los comentarios). Es importante no confundir la sal con el yodo. La sal no debería aparecer en los alimentos de nuestros perros, pero si aparece, que sea lo más baja posible. El yodo debe ser parte de la dieta de los perros, siempre dentro de lo razonable ya que está directamente relacionado con problemas cardíacos o nerviosismo. ¡En este caso podemos estar tranquilos! Para acabar con los ingredientes, cuenta con varias vitaminas, que nunca vienen mal para cuidar los huesos y el sistema inmunológico de nuestras mascotas.